domingo, 19 de enero de 2014

82'

El lobo solo tenía hambre, pero era un hambre antinatural, visceral, apenas podía andar si no se alimentaba de sus almas, encontró lo que creyó la fuente de la vida, una joven experta en temas de amor que saciaba sus ganas de destruir, pero nada es para siempre, un dia como podría haber sido otro cualquiera el alma de la chica lloró, lloró tanto que el lobo no podía ni acercarse a ella sin sentir una tremenda tristeza y entonces lo vió, la chica nunca había sido feliz a su lado, el lobo creía que le gustaba tanto como a el que le absorviera cada parte de su ser por que este se regeneraba, pero no era así, con cada perdida ella se hacía más débil y se perdía a si misma. El lobo de tanta vida que le había arrebatado e introducido en su frio, frio corazoncito, empezó a sentir, sintió más de lo que podría haber sentido cualquier lobo, se propuso no alimentarse más de ella para poder seguir a su lado y esta vez era el, el que con cariño le ofrecía bastante fuerza vital como para que ella reparase, no todos, pero la mayoria de los daños.
Ninguno volvió a ser como antes de encontrarse en el bosque oscuro, para ninguno de ellos fue fácil, pero en realidad... ¿Qué se iba a esperar de un lobo y una chica?

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